Rebeca Puentes Piñeiro, profesional de la sanidad, desea compartir un mensaje.
Carta ELA: LA SANIDAD VISTA DESDE TUS OJOS
Hoy en día no me gustaría estar en el lado del enfermo.
¿Cómo se llega a las personas si no nos ponemos en su lado?
Empatizamos, ¿lo suficiente? ¿Desde algún punto de vista?
Estas son las preguntas que nadie, ni yo, soy capaz de contestarme, quizás porque es demasiado lo que quede pendiente de solucionar, para más tarde ser capaces de
conseguir respuestas que nos haga ver esta profesión desde el punto de vista de la medicina, pero lo más importante, que seamos capaces de no perder nunca la capacidad de comprender que el enfermo confía en nosotros y que a veces la sonrisa es la mejor de las respuestas.
Recuerdo perfectamente un turno que me marco, pues desde ese día no volví a ser la misma, y quizás ahí, fue donde comencé a darle respuesta a muchas de las preguntas que considero que siguen sin respuesta, por no tener solución, aunque esto si existe,
pero hoy nuestro sistema nos niega encontrarla.
Me vi tumbada en una cama, sin poder moverme, sentía debilidad muscular, no coordinaba bien mis movimientos, me cambio el habla, me costaba comunicarme, mi deglución se veía alterada.
Tras hacerme pruebas y ver pasar el tiempo, llego mi diagnóstico, me diagnosticarón ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica)
Una enfermedad muy dura con la que sufrí y con la que enseñe a los demás.
Mientras yo sentía debilidad, mi familia cada vez se hacía más fuerte, porque yo les estaba mostrando la fugacidad de una vida que no depende de mí, ni de ti, ni de nadie, solo de la causalidad.
Sabía que la única puerta que iba a encontrar era la muerte, era consciente de todo ello, y empezaron a nombrarme como “la enfermedad rara”. Rara porque la sufre un número reducido de personas a nivel mundial, pero yo empecé a darme cuenta que la rareza era por otra razón, por el pasotismo de una sociedad, de un sistema sanitario más centrado en paliar que en curar, y todo porque se gastaba dinero en grandes inversiones que si se
ven, pero no en la investigación, en encontrar solución a una enfermedad presente, que existe, que duele, que mata, que está ahí, pero que no acaba con mas que la vida de quien la padece y su familia.
Yo intente entender un porque, pero la respuesta fue difícil y dura, porque el ser humano se ha vuelto egoísta, materialista, vocacional y solo le afecta lo propio, pero desde hace tiempo, ya no existe el pensar en los demás y esto no era un problema más
que mío.
Pero tampoco el personal de la sanidad es humanitario, era como estar dentro de una película, rodeado de robots que entran y salen y que a veces te miran con cara de lástima porque ven en ti la muerte.
Y ahora, me pregunto, tu si tú, que estás leyendo esto, imagínate que se te cae el folio al suelo, y no puedes agarrarlo, que no sabes que te pasa, te pones nerviosa, piensas no será nada…y ahora yo te pregunto ¿y si es una ELA como la que me tiene a mi postrado en esta cama?
Ahora, si desearías estar rodeado de personal formado en esta patología, con un carácter cercano, y sobre todo en un país donde prime la palabra “INVESTIGACIÓN”.
Eso es lo que busco, pues yo os he redactado una imagen que pensé una noche en el turno, pero que en muchísimas ocasiones es real, y por ello, os contesto a una de las preguntas que me hacía al principio, la solución está en cambiar la sociedad y eso
empieza por cambiar cada uno de nosotros y hacernos más humano, dándonos cuenta que mañana podemos estar cualquiera de nosotros tirados en esa maldita cama abrazados a la muerte.
“INVESTIGACIÓN, ES LA SOLUCIÓN”Gracias Rebeca por ponerte en nuestro lugar